Las luces y sombras de la vida de Will Smith, actor que empañó su noche más importante
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“Al oeste en Philadelphia crecía y vivía sin hacer mucho caso a la policía…”. Con esta melodía Will Smith es reconocido en todas las partes del globo terrestre. Fue esa serie de lo 90 la que marcó a toda una generación y la que también, le catapultó hacia el éxito más absoluto. A sus 56 años se ha convertido en uno de los actores más codiciados de la industria del cine en Hollywood, y no solo eso porque su imagen es conocida en todos los rincones. Todo esto es gracias a su larga trayectoria profesional dentro del séptimo arte.
Will Smith recogiendo el premio Oscar./Gtres
Algo que les pasa a muchos actores después de hacer un papel que marca su vida, es que se les reconoce por ese rol, pero eso a Smith no le pasa con la serie mencionada anteriormente. Su carisma ante una cámara ha hecho que los telespectadores no vean siempre al mismo personaje. Son varios los títulos de películas que carga a sus espaldas, entre ellos destacan, En busca de la felicidad, Los hombres de negro, Cuento de invierno, Focus, La verdad oculta, entre otros.
Pero no todo es el hombre exitoso que todos conocen, Will Smith ha vivido una vida de luces y sombras. “En los últimos treinta años me he enfrentado al fracaso, a la pérdida, a la humillación, al divorcio y a la muerte. He visto cómo mi vida peligraba, cómo me quitaban mi dinero, cómo invadían mi privacidad, cómo se desintegraba mi familia. Y aún así, todos los días me levantaba, mezclaba cemento y ponía otro ladrillo”, cuenta el intérprete en la biografía que publico el año pasado.
Will Smith posando con un premio./Gtres
En ella narra que a lo largo de toda su trayectoria profesional ha sido “absolutamente implacable”. “Me he entregado con una ética de trabajo de intensidad sin límites”, recalca. En el escrito en el que explica sus vivencias, Will Smith también relata la otra cara de la moneda, una vida en la que los abusos, el alcohol y la violencia formaron parte de él por algún tiempo. “Adopté una personalidad incansablemente alegre, optimista y positiva», admite en el libro.
En Will -editorial Zenith- que es cómo se llaman sus memorias, esas que ha narrado a lo largo de 500 páginas, reconoce que en el colegio le llamaban “cabeza trofeo” porque tenía las orejas como la Copa de Europa. Además, recuerda que, en su primer día de instituto, un joven le golpeó la cara con un candado y él cayó de boca por las escaleras. También da a conocer las veces que su padre pegó a su madre delante de él y sus hermanos.
Will Smith y su mujer, Jada Pinkett en un evento./Gtres
Sin duda, una infancia marcada por la violencia, lo que le llevó a pensar con tan solo 13 años en el suicidio. «Pensé en tomarme pastillas, conocía también un lugar en las vías del tren donde un niño había perdido las piernas y había visto a personas cortarse las venas de las muñecas en una bañera en televisión», revela en el libro. Will Smith ha demostrado a lo largo de todos estos años que pese a lo que vivió y sufrió tanto en su infancia como en su adolescencia, el “amor” es lo que más valora en un ser humano y que no guarda «rencor» a aquellos que le hicieron daño en alguna ocasión.